Cuidados de la piel en verano

*** El calor y el sol afectan la salud de la piel. Conocé qué factor es ideal para cada tipo de piel y cuidate mejor previniendo lesiones.

Llega el verano y los dermatólogos encienden todas las alarmas: saben que a la mayoría de la gente le encanta verse bronceada y disfrutar de largos días al aire libre y saben, también, que son demasiados los que sigue exponiéndose al sol con poca o nula protección.

Para evitar problemas y postergar el envejecimiento, te acercamos algunos consejos sobre cuidados de la piel en verano.

La razón fundamental por la cual debés cuidar tu piel en verano es por tu salud. Diez personas mueren por semana a causa del melanoma, el cáncer de piel más peligroso, vinculado estrechamente a la exposición a los rayos ultravioletas.

El segundo motivo tiene que ver con la belleza y el bienestar general de tu piel. Cuando el calor golpea, la transpiración aumenta y las necesidades de hidratación y nutrición cambian.

Si no prevenimos y cambiamos algunos hábitos, la consecuencias se verán pronto en el espejo: sequedad, arrugas, manchas, pecas, dermatitis y demás.

Por qué la piel se daña más en el verano

El factor que más influye en el daño de la piel es la radiación ultravioleta, que proviene fundamentalmente del sol, aunque también se puede encontrar en aparatos artificiales como las camas solares.

El sol emite dos tipos de rayos ultravioletas (RUV) que dañan la piel, los UVA y UVB. Los UVB se incrementan entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, horario en el cual recomendamos que la gente no se exponga al sol, ni siquiera con protector. Por su parte, los UVA son altos durante todo el día, incluso a las 8 de la mañana o a las 6 de la tarde, y durante todo el año.

Qué protector solar protege mejor

Para cuidar la piel del sol, los expertos en dermatología aconsejan el uso de protectores solares de amplio espectro, que tienen cobertura para ambos tipos de rayos ultravioleta. El factor de protección (FPS o SPF) debe ser de 30, como mínimo.

Es importante ponerse una buena cantidad de protector, sobre todo en aquellos lugares que solemos olvidar: orejas, dorso de las manos, dorso de los pies, detrás de las rodillas y cuello.

  • Utilizar el mismo factor en todo el cuerpo.
  • Utilizar el mismo factor a lo largo del tiempo, es habitual que uno comience las vacaciones poniéndose un factor alto, y luego va bajando a medida que se va bronceando. Esto no es adecuado, ya que el bronceado equivale a un factor de protección 4, por lo que no protege contra futuras agresiones.
  • No dejarlo mucho tiempo en el sol, ni destapado, y chequear la fecha de vencimiento.
  • Evitar las quemaduras de los primeros días. En verano, lo mejor es ir tomando color más paulatinamente y en los horarios permitidos. ideas.mercadolibre

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *