Día Mundial de la Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica
*** El Día Mundial de la Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica busca terminar con la incredulidad del mundo hacia estas enfermedades que no evidencian un patrón sintomático concreto.
La celebración del Día Mundial de la Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica está fijada para el 12 de mayo de cada año. El origen de la fecha tiene que ver con el natalicio de Florence Nightingale, enfermera ítalo-británica conocida como la precursora y pionera de la enfermería profesional moderna.
Tanto la fibromialgia como el síndrome de fatiga crónica afectan a una cantidad cercana al 3 % de la población mundial, presentando un mayor número de casos entre las mujeres. Los síntomas suelen denotarse entre los 20 y los 40 años de edad. Asimismo, la diferencia entre ambos padecimientos radica en el dolor y el cansancio, algo que profundizaremos más adelante.
Desde ahora conoceremos las características de ambas enfermedades junto a sus síntomas, tratamientos disponibles, detalles de la conmemoración y los mejores caminos para contribuir. ¡Continuamos!
¿Qué es la fibromialgia?
La fibromialgia es una enfermedad crónica que se caracteriza por dolor en los músculos de diferentes zonas del cuerpo. Esta condición está marcada por una percepción anormal de ese dolor. Por otro lado, se desconocen las causas que la originan.
Sin embargo, algunas situaciones constituyen factores de riesgo:
- Vivencia de situaciones traumáticas.
- Infecciones virales.
- Estar en familias con casos de fibromialgia, a pesar de que no se transmite de padres a hijos.
Síntomas
Los síntomas de la fibromialgia son tan diversos que se complica su diagnóstico. Así pues, entre las numerosas señales de esta enfermedad podemos encontrar las siguientes:
- Dolores en los músculos.
- Estreñimiento y producción exacerbada de flatulencias.
- Sensación de cansancio general permanente.
- Hormigueos.
- Trastornos del sueño.
- Ciclo menstrual doloroso.
- Cefaleas.
- Rigidez en las articulaciones.
Diagnóstico y tratamiento
La manera de detectar la fibromialgia es a través de un diagnóstico diferencial, el que consiste en descartar otras complicaciones hasta dar con la enfermedad. Este método se utiliza debido a que los principales síntomas son habituales en muchos otros padecimientos.
A su vez, el tratamiento utilizado tiene 4 pilares fundamentales: fármacos (analgésicos y antidepresivos), modificaciones en el estilo de vida (regularización del sueño, dieta saludable, ejercicio y manejo del estrés), terapia conversacional y terapias complementarias (masajes, quiropráctica y acupuntura).
¿Qué es el síndrome de fatiga crónica?
El síndrome de fatiga crónica es una enfermedad en la que los pacientes sufren de fatiga extrema. Suele durar 6 meses, aproximadamente. El manejo es complejo, ya que se agrava con el esfuerzo físico y mental, pero no evidencia evolución favorable con el reposo.
Las causas del síndrome de fatiga crónica no son conocidas, aunque las personas exhiben una mayor probabilidad de sufrir esta condición cuando se encuentran expuestas a lo siguiente:
- Infecciones virales.
- Traumas emocionales o físicos.
- Niveles hormonales desequilibrados de sustancias producidas en el hipotálamo, la hipófisis y las glándulas suprarrenales.
Síntomas
Así como los síntomas cambian dependiendo de cada persona, la gravedad tiende a modificarse con el paso de los días. De ahí que las complicaciones sean impredecibles.
En definitiva, los síntomas más conocidos son los expuestos a continuación:
- Fatiga extrema por más de 6 meses.
- Dolores de cabeza frecuentes.
- Falta de concentración y problemas de memoria.
- Ataques de ansiedad y trastornos depresivos.
- Trastornos del sueño.
- Mareos.
Diagnóstico y tratamiento
Con el objetivo de dar con la enfermedad, se utiliza el diagnóstico diferencial y los criterios específicos para distanciarla de la fibromialgia, puesto que tienen grandes similitudes. El proceso puede ser lento por la necesidad de las evaluaciones de distintos especialistas.
Entrando al terreno del tratamiento disponible, se opta por la farmacología y las terapias. En principio, las más utilizadas son los antidepresivos y los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). También se aplican terapias de asesoramiento, cambios en la dieta y prácticas moderadas de actividad física. Mejorconsalud/Guatediario