Maskné: Qué es y cómo evitarlo
*** Sensibilidad cutánea, irritación y espinillas son algunas consecuencias del «maskné». Te explicamos la raíz de esta afección dermatológica y cómo prevenirla.
El uso prolongado del cubrebocas podría causar maskné. Esta afección cutánea evidencia brotes de espinillas en las mejillas, la nariz y la barbilla. La alteración empeora con el exceso de humedad y las altas temperaturas.
Desde el inicio de la pandemia por COVID-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugirió la inclusión de estos elementos durante la interacción con otras personas, como medida de prevención. Al disminuir los picos del brote, muchos países liberaron la exigencia del tapabocas.
Sin embargo, en las naciones donde todavía es una norma, y en quienes eligen conservar el hábito, existe el riesgo de sufrir acné como efecto secundario. Te lo explicamos.
¿Qué es el «maskné»?
La utilización continua de mascarillas es un detonante del acné. La revista Offarm lo define como una condición inflamatoria crónica de las unidades pilosebáceas de la piel, que deriva en la formación de comedones, de pústulas y de pápulas.
En el caso del maskné, el concepto proviene de combinar los términos mask (“mascarilla” en inglés) y acné. La palabra define las impurezas acumuladas en la piel tras usar mascarillas. Es más común en las dermis frágiles, con acné previo y con tendencia grasa.
Empeora la situación el hecho de pasar mucho tiempo sin cambiar de cubrebocas, cuando no lavas los que son de tela y la combinación con maquillaje denso. Tales aspectos promueven la humedad excesiva y el desarrollo de bacterias.
Además, los poros pueden irritarse por el roce entre el tejido de la máscara y el cutis, incrementando las probabilidades de causar pequeñas grietas en el rostro. Así se debilita la barrera cutánea.
Síntomas del «maskné»
La cara cubierta por periodos extensos no recibe aire suficiente y genera más grasa, puntos negros y manchas. Aparte, incrementa el pH de la piel y cambia su temperatura.
El acné por mascarilla evidencia espinillas, enrojecimientos y sequedad. El cutis también refleja granos por oclusión, que a su vez muestran pústulas y microcomedones.
Las zonas de erupción están ubicadas en el centro de la cara y la extensión de la mandíbula. Existen otras afectaciones dermatológicas relacionadas con el maskné:
- Eccema: la Clínica Universidad de Navarra lo explica como un proceso descamativo y de picor. El empleo de cubrebocas es vinculado al eccema de contacto.
- Foliculitis: Middlesex Health habla de la inflamación de los folículos pilosos provocada por una infección bacteriana o fúngica. Los síntomas son espinillas de cabeza blanca o bultos rojos diminutos, capaces de transformarse en úlceras escamosas.
- Dermatitis seborreica: la revista Dermatología Cosmética, Médica y Quirúrgica expone esta enfermedad cutánea como un proceso eritematoescamoso, inflamatorio y de evolución crónica. Su vinculación a las mascarillas tiene que ver con la modificación del pH cutáneo y el aumento de la grasa en la cara.
Recomendaciones para evitar el «maskné»
El acné es molesto y a veces doloroso, sobre todo por la fricción con la mascarilla y la incomodidad debido al sudor. Esto, al margen de la influencia que las lesiones en el rostro generan en la salud emocional.
La Clínica Mayo señala que algunos pacientes con acné necesitan estrategias de afrontamiento y de apoyo, ya que el diagnóstico podría desencadenar ansiedad, perjudicar las relaciones sociales y la autoestima.
Cuando se trata de maskné, la prevención responde a recomendaciones básicas, como lavarse las manos antes de tocar la cara, preferir las cremas ligeras y en gel para proteger la piel y ponerse parches para espinillas de manera que el contacto con el tapabocas no las agrave. También aplican consejos más rigurosos, como los siguientes.
Cambia a diario la mascarilla
No extiendas más de lo debido la vida útil de tu mascarilla.
Lo correcto es ponerse nuevas o recién lavadas, así como respetar las instrucciones de cambio, de acuerdo con el material de fabricación. Las mascarillas desechables no son reutilizables.
Con respecto a la higienización de estos elementos de protección, el boletín de noticias de las Naciones Unidas sugiere el lavado diario con detergente o jabón y con agua caliente para los cubrebocas de tela. Otras indicaciones mencionan que los limpiadores estrictamente tienen que ser suaves.
Limpieza facial
El rostro necesita un mínimo de 2 lavados diarios: en la mañana y en las noches. Incluye cosméticos ligeros para eliminar la suciedad, reforzar la barrera cutánea y equilibrar el pH.
Son preferibles los geles sin jabón y con ingredientes naturales, como la naranja, el aceite de árbol de té y los extractos de mandarina. Enjuaga siempre con agua tibia.
Asimismo, es pertinente crear una rutina de higiene completa una vez a la semana, que abarque la exfoliación con betahidroxiácidos (BAH), enfatizando el área que cubre la mascarilla. La limpieza facial profunda deshace el exceso de sebo y reduce la aparición de granos.
Hidratación
La hidratación es necesaria, previniendo el acné por utilización de cubrebocas. Consulta con el dermatólogo sobre un hidratante no comedogénico, libre de fragancias y con componentes seborreguladores.
Una opción son las cremas con ácido hialurónico, porque recuperan los niveles de hidratación y fortalecen la piel. De igual modo, las lociones con ceramidas intervienen en la estabilidad y la capacidad funcional de la barrera lipídica.
Lo ideal es untar el producto de hidratación media hora antes de ponerse la mascarilla. Esto, con el fin de que la piel absorba la sustancia.
Maquillaje ligero
El maquillaje pesado es uno de los peores enemigos del acné derivado de las mascarillas. Es cierto que con esta herramienta de belleza camuflas imperfecciones, pero si la piel está debilitada, maquillarla solo empeora la condición.
Lo mejor es evitar el maquillaje de alta cobertura y oleoso. Si es posible, suspenderlo o reducirlo hasta que sane el cutis.
Seca los granos y prevén las marcas
Para los granitos muy inflamados, lo recomendable es aplicar sueros con ácido salicílico o con niacinamida. Contribuyen en la reducción de la hinchazón y el enrojecimiento. No aprietes las espinillas por la tentación de drenarlas; lo que producirías es mayor inflamación y una marca.
Protégete del sol
Un consejo ineludible para cuidar la piel del rostro es ponerse a diario protector solar. Cuando el fin es prevenir el maskné, corresponden los bloqueadores no comedogénicos.
¿Qué tipo de mascarilla conviene para prevenir el «maskné»?
No hay una mascarilla en particular que prevenga el acné. Al elegir, considera factores como tu tipo de piel, el tejido de fabricación del tapabocas y que sea hipoalergénico.
El algodón y la seda son materiales aconsejables para pieles sensibles.
Las mascarillas tienen que adaptarse al rostro sin comprimir ni ocluir demasiado. La manera apropiada de saber si el tapabocas es beneficioso para el cutis, es probándolo durante unos días. Si observas alguna reacción extraña, no titubees en cambiarlo.
Por otra parte, el Instituto Nacional de Salud de Perú exhorta a estar atentos al tiempo de vida de los protectores respiratorios, evaluando el estado en que se encuentran y descartándolos por suciedad, maltrato o mal olor.
Momento de visitar al dermatólogo por causa del «maskné»
Si persiste el brote de acné tras el uso de mascarilla, antes que aventurarse con recetas caseras o esconder las espinillas con maquillaje, lo adecuado es acudir al dermatólogo. El especialista ordena el tratamiento de acuerdo con la severidad del diagnóstico.
Por lo general, la medicación comprende cremas con ácido salicílico, peróxido de benzoilo, retinoides o tretinoína. Si el cuadro es complicado, es posible que prescriba antibióticos. Mejorconsalud