Sed excesiva: ¿Por qué sucede?
*** La sed es un mecanismo natural para compensar las pérdidas de agua del organismo. A veces, si el proceso se altera por patologías, padecemos el síntoma en exceso.
La sed excesiva es un indicador de que algo no está funcionando bien en el cuerpo. Bien sea por una pérdida del balance de líquidos, o por una patología subyacente, el hecho de que este mecanismo se vuelva exagerado puede ser sinónimo de preocupación.
Por norma general, el organismo humano es eficiente controlando el mecanismo de la sed para incitar a la ingesta de líquidos. Si no lo fuese sobrevendrían múltiples problemas.
Con el equilibrio del agua a través del deseo de tomarla, se compensan las pérdidas que tienen lugar a través del sudor o de la orina. No obstante, en algunas ocasiones dicho mecanismo fisiológico falla o aumenta en exceso. Te explicamos, entonces, por qué se puede producir la sed excesiva y qué consecuencias tiene.
La sed excesiva por un aumento del azúcar
El nivel de azúcar en la sangre puede influir en el mecanismo que regula la sed de manera directa. Si la glucemia se eleva por encima de los valores considerados normales, por un fallo metabólico por ejemplo, es probable que se produzca una sed excesiva que lleve al individuo a ingerir agua sin encontrar la saciedad.
La diabetes mal controlada es, por lo tanto, una patología que desencadena este proceso. De hecho, entre los tres síntomas indicativos para sospechar una hiperglucemia crónica tenemos a la polidipsia (exceso de sed), la poliuria (exceso de orina) y la polifagia (exceso de hambre).
Algunos estudios publicados en la literatura científica actual explican en detalle los procesos fisiológicos por los cuales esta patología metabólica es capaz de generar la polidipsia. En el caso de ocurrir esta condición con frecuencia, la consulta con el especialista para valorar la vitalidad del páncreas y la existencia de alguna enfermedad relacionada con el metabolismo de los nutrientes es esencial.
Polidipsia ocasionada por un exceso de sal
También es posible que la sed excesiva se produzca a partir de un exceso en la ingesta de algún componente de la dieta. En concreto, es común que esta situación tenga lugar cuando se incorporan comidas demasiado saladas.
El sodio es uno de los minerales que intervienen de forma más determinante en el equilibrio hídrico y electrolítico. Una variación en los niveles del mismo, aunque mínima, puede propiciar los mecanismos que causan la sed.
Incluso, un aporte excesivo de sodio es capaz de interferir en la salud cardiovascular, incrementando el riesgo de hipertensión. Dicha asociación aparece reflejada a las claras en una investigación publicada en la revista Advances in Experimental Medicine and Biology.
Sed excesiva como parte de un trastorno psiquiátrico
Además de las causas ya expuestas, la sed excesiva puede ser el resultado de un trastorno psiquiátrico. Cuando hay una alteración en el hipocampo cerebral, sobre todo, uno de los síntomas es la polidipsia.
La esquizofrenia o la ansiedad podrían ser promotoras de esta condición, tal y como afirma una reciente revisión de artículos científicos publicada en la revista Swiss Medical Weekly. La relación intrínseca de fondo no se conoce con total certeza, pero se sospecha de cambios en los neurotransmisores.
Una situación de esquizofrenia mal controlada puede poner en riesgo la vida de quien la sufre y de los que se encuentran alrededor. De tal modo, resulta crucial establecer una pauta farmacológica para manejar la patología con seguridad.
La sed excesiva por el ejercicio intenso
El último de los motivos que comentaremos, y que está relacionado con la aparición de la sed excesiva, es la práctica de ejercicio intenso en condiciones de temperatura y humedad elevadas. La actividad física en este tipo de situaciones conlleva una mayor pérdida de agua por medio del sudor y de la transpiración.
Se genera un desequilibrio hídrico que ha de ser compensado para asegurar el funcionamiento de las reacciones fisiológicas y el mantenimiento de la temperatura corporal. Para ello, los sensores cerebrales advierten a la persona que debe incorporar líquidos.
Uno de los modos que tiene el cuerpo humano de señalizar el estado de deshidratación es mediante el mecanismo de la sed. En estas condiciones se puede manifestar de manera excesiva, ya que las pérdidas de líquido pueden llegar a suponer más del 2 % de volumen total del organismo.
De este modo, la ingesta de agua de forma frecuente durante la práctica de deporte reduce notablemente el riesgo de que aparezca esta sensación, así como de desarrollar complicaciones agudas que pongan en riesgo el rendimiento.
Polidipsia: un trastorno causado por diversos factores
Son varias las causas que pueden generar una sensación de sed excesiva. Algunas de ellas tienen cierta gravedad, pero otras se solucionan mediante la ingesta de líquido en abundancia, o teniendo en cuenta ciertas precauciones de forma previa.
En el caso de que este trastorno aparezca en tu vida de manera frecuente y sin una explicación lógica, no dudes en visitar a un médico. Él será capaz de establecer un diagnóstico preciso y de pautar la medicación pertinente en caso de que esta sea necesaria.
Además, si realizas deporte en entornos calurosos, planifica unas correctas pautas de hidratación para prevenir la aparición de la sed excesiva. No solo depende tu rendimiento de ello, sino el completo metabolismo electrolítico de la sangre. Mejorconsalud