Cómo ayudan los probióticos en el tratamiento de la fibromialgia
*** Según un estudio llevado a cabo en 2017, el consumo de probióticos por parte de los pacientes con fibromialgia influye de manera positiva en su tratamiento, sobre todo, a nivel emocional y mental.
La fibromialgia es un reumatismo no articular de origen desconocido. Las personas que sufren de esta enfermedad padecen de obesidad, desórdenes alimentarios, síndrome metabólico y otros síntomas gastrointestinales. Se cree que los patrones dietéticos influyen en los síntomas. En ese sentido, los alimentos probióticos pueden utilizarse en el tratamiento de la fibromialgia.
En cualquier caso, es necesario el apoyo de los especialistas médicos durante este proceso. Como las causas son desconocidas, se requiere de un mayor control para monitorear la respuesta del tratamiento ante la enfermedad.
Síntomas de la fibromialgia
Esta condición provoca dolor en los músculos y cansancio. Quienes la padecen tienen algunos “puntos sensibles” en el cuerpo, los cuales producen dolor cuando se les presiona. Se pueden encontrar en los siguientes lugares:
- Cuello.
- Espalda.
- Cadera.
- Brazos.
- Piernas.
- Hombros.
También pueden presentar los siguientes síntomas:
- Cefalea.
- Dificultad para dormir.
- Menstruación muy dolorosa.
- Adormecimiento de pies y manos.
- Rigidez muscular al despertarse en la mañana.
- Problemas cognitivos relacionados con la memoria y el pensamiento.
Para el tratamiento de la fibromialgia se recurre a técnicas de terapia psicológica y analgésicos. Así se podrán gestionar y controlar los problemas ocasionados por esta enfermedad. Asimismo, los probióticos pueden funcionar en este proceso.
¿Qué son los probióticos?
Los alimentos probióticos contienen microorganismos vivos que sobreviven y permanecen activos el tiempo suficiente como para alterar la microbiota.
Se entiende por microbiota intestinal a las bacterias que viven dentro del intestino, en una relación de simbiosis. Ahora bien, estas bacterias no son dañinas para la salud, sino todo lo contrario. De hecho, son necesarias para mantener el equilibrio dentro del cuerpo humano.
La Organización De las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) explica que los probióticos tienen una acción importante en las siguientes funciones:
- Inmunitaria.
- Digestiva.
- Respiratoria.
Probióticos en el tratamiento de la fibromialgia
Un grupo de científicos de la Universidad de Almería comprobó que los pacientes con fibromialgia que consumen probióticos tienen una mejora positiva en las decisiones que deben tomar en sus actividades diarias. Es decir, estos microorganismos saludables aumentan la predisposición para cambiar de una actividad a otra.
Los resultados de la investigación señalan que ingerir estos elementos influyen en tener una actitud proactiva que permite realizar cualquier actividad. De igual modo, disminuye considerablemente la impulsividad en la toma de decisiones.
En este trabajo se realizaron pruebas físicas y cognitivas de memoria, emocionales, de atención e ímpetu. También se tomaron muestras biológicas que indicaran los niveles de estrés en los pacientes.
Esta enfermedad se relaciona con cambios repentinos de humor, disfunciones emocionales y fatiga frecuente. Los probióticos suministrados en cantidades adecuadas influyen considerablemente en mejorar las funciones cognitivas complejas, que normalmente se encuentran alteradas en estos pacientes.
Beneficios de los probióticos en las funciones mentales
Los investigadores de la Universidad de Almería trabajaron con la premisa de que consumir probióticos tiene ventajas en el tratamiento de la fibromialgia. Sobre todo, las relacionadas con las funciones mentales, en los planos emocionales y físicos.
En ese sentido, el dirigente de este trabajo, Pablo Román, en su trabajo publicado en la revista Nutrición Hospitaliaria, indica que su objetivo inicial era determinar lo siguiente:
- Si estas bacterias sanas ayudaban a disminuir la intensidad del dolor.
- Controlar la ansiedad y depresión que padecen los pacientes con fibromialgia.
- Encontrar algún tipo de mejora cognitiva.
El autor explicó que las personas con esta enfermedad pierden riqueza léxica y memoria conforme transcurre el tiempo. Las conclusiones indican que la ingesta de los microorganismos probióticos no afectan a la zona del cerebro que se encarga de las funciones motoras. Sin embargo, sí influye en el área que se encarga de controlar la capacidad de adaptación de las personas ante una determinada tarea sin que muestre señales de fatiga. Ante esto, Román señala que, cuando debían tomar decisiones, los pacientes que habían ingerido probióticos actuaron de forma menos impulsiva.