Tejiendo con hilo de generaciones
*** Su obra de arte plasma a la persona y su energía.
Las abuelas tejedoras de San Pedro la Laguna, Sololá, no quieren que muera la habilidad de hilar en telar de cintura. Por ello, no dejan de celebrar el 8 B’atz: para ellas, el Día del Hilo, tiempo nutrido de espiritualidad, sabiduría, inteligencia y arte.
“Fuerza de las tejedoras”, resume Berta Ángela Navichoc, líder de la Asociación de Tejidos Ecológicos Ixchel, quien nos recibe en el citado municipio para mostrar el poder que transmiten las abuelas a fin de seguir entrelazando y enseñando directamente.
Antes de la documentación de este fotorreportaje, Navichoc y sus socias piden que, primero, sigamos los pasos ceremoniales: “bendición y agradecimiento” por cada una de las etapas artesanales. Luego, beber atol de maíz y comer tortillas con frijol.
Cada tejido lleva plasmada a la persona y su energía, y hoy la Asociación de Mujeres Artesanas capacita a las jovencitas en todas las técnicas respectivas de la mencionada actividad, explica la lidereza.
Ello es importante pues necesitan recordar que Ixchel es la primera abuela tejedora, pasaje narrado en el Popol Vuh, comenta.
Cada tejido, cada artesanía producto del telar de cintura es una labor ancestral, bisutería, y hoy modernamente el bordado con reciclaje es un don que potencia a las artesanas sampedranas todos los días.
Actualmente, Navichoc y sus aliadas están adheridas a la plataforma ONU Mujeres y, este año, por la Asociación Ixchel, ella firmó su participación con la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (Senacyt), esperanzadas en obtener becas y ayuda.
La necesidad básica de asosciarse a entidades nacionales e internacionales radica en que están buscando capital semilla, fortalecer el mercado nacional y, mayormente, el extranjeros, para dar a conocer su talento y que su oferta se transforme en demanda generadora de desarrollo social.