Quiriguá, el parque arqueológico reanuda operaciones este fin de semana

*** Ciudad maya, considerada centro importante de comercio, se fundó en el año 426 después de Cristo.

Luego de haber permanecido cerrado al público durante seis meses, el parque arqueológico Quiriguá reanudará operaciones este fin de semana.

El lugar, Patrimonio Cultural de la Humanidad, se ubica en Los Amates, Izabal, y resguarda los vestigios de la civilización maya durante el período clásico, del año 250 al 900 después de Cristo.

Quiriguá fue una ciudad que se fundó en el año 426 después de Cristo como un puerto de intercambio, debido a su ubicación en el margen norte del río Motagua. Esto le permitía a sus habitantes el acceso directo a diversos productos y bienes de intercambio como obsidiana, plumas de quetzal y basalto. De igual forma, representaba un fácil acceso a fuentes de jadeíta y a redes comerciales.

«La importancia de Quiriguá a nivel cultural radica en que a pesar de ser un pequeño centro y que no representa una arquitectura monumental, posee una de las plazas más extensas del área maya, así como el conjunto escultórico más impresionante con el monumento esculpido más alto (Estela E) que se ha registrado hasta la fecha en Mesoamérica», resalta el Ministerio de Cultura y Deportes (MCD).

Se estima que los primeros habitantes de Quiriguá eran originarios del centro de Petén. Las primeras construcciones de la ciudad consistieron en edificios y plataformas hechas con piedras de río, rellenos de sedimentos compactados con guijarros y adobe.

Sin embargo, durante el período clásico temprano se mejoró las técnicas de construcción y se adoptó un sistema que incluía muros, bóvedas, encajuelados y uso de estuco.

Además, se estima que en el año 736 después de Cristo el gobernante de Quiriguá K’ak’ Tiliw Chan Yopaat llevó a la ciudad a su máximo esplendor con la construcción de nuevos palacios y espacios como la Gran Plaza al Norte. Esta última zona se usó para promover el intercambio comercial y conmemorar los logros del pueblo, por lo que se adornó con estelas, altares y figuras zoomorfas.

La persona que descubrió Quiriguá fue Juan Payes, en 1798. Los primeros en visitar y estudiar la ciudad fueron los arqueólogos John L. Stephen y Federick Catherwood.

Posteriormente, Alfred Maudslay continúa realizando trabajos de limpieza de la vegetación y musgo que cubrían los monumentos en la ciudad, entre 1881 y 1884. Asimismo, se enfocó en documentarlos mediante la elaboración de dibujos, calcos en papel y fotografías.

Asimismo, desde 1910 hasta 1933 la Escuela de Arqueología Americana y el Instituto Carnegie de Washington realizaron trabajos arqueológicos en el lugar. Estos consistían en colocar estelas sobre bases de hormigón, nivelar monumentos que estaban levemente inclinados y excavar ciertas áreas para encontrar ofrendas y altares.

Los trabajos en el sitio arqueológico continuaron hasta 1979, cuando se implementaron acciones para la protección de monumentos. Estas incluyeron la aplicación de químicos para remoción de hongos y colocación de vallas de metal para evitar que se tocara o rayara los monumentos.

Fue hasta el 2003 que a través del Acuerdo Gubernativo 673-2003 se declara el parque arqueológico Quiriguá como un área que debe ser protegida y se traslada su coordinación al MCD.

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